sandalias en verano

Sandalias en verano para trekking ¿sí o no?

¿Sabías que existen sandalias técnicas específicamente diseñadas para nuestras salidas de montaña? Todas ellas contemplan un tipo de suela específico, diferentes materiales en la plantilla, formas de ajuste, tratamientos anti humedad e incluso contra el mal olor. Si pensabas que las sandalias no estaban diseñadas de forma exhaustiva como lo pueden estar las botas y zapatilla de montaña, ¡te equivocabas!

Lo primero que hay que preguntarse es: ¿cuándo es recomendable usar sandalias en montaña? Obviamente, toca usarlas en verano o en zonas de mucho calor. Gracias a la sandalias tendremos el pie ventilado, mayor libertad de movimiento y espacio y aliviaremos la sensación de hinchazón en verano.

Eso sí, aunque hablemos de sandalias en verano, no nos engañemos: deberá limitarse su uso a salidas sencillas y evitar salidas técnicas y complicadas. Llevar el pie ventilado está bien pero tendremos que decir hola a la tierra, piedra, hojas, ramas…y no es nada cómodo. Además, a la hora de caminar por cuestas, la inestabilidad con este tipo de calzado es evidente. Con lo cuál: trekkings fáciles en verano.

Y ahora sí: ¿qué le pedimos a una sandalia?

  • Una suela resistente y adherente en mojado. Habrá momentos en los que por muy fácil que sea la ruta, estamos en montaña y tocará atravesar un río, caminar por suelos rocosos o barro y necesitaremos que la sandalia agarre muy bien.
  • Amortiguación adecuada. Y es que queremos las sandalias para ir cómodos y no solo para que el pie transpire. La gran mayoría de sandalias ya están fabricadas con un material mullido y una geometría ergonómica para facilitarle la comodidad a nuestros pies.
  • Materiales suaves. Las sandalias van a estar en contacto directo con nuestra piel al no llevar calcetines. Se suelen usar materiales como la microfibra por un tacto agradable pero también en ocasiones el poliéster por su gran capacidad de transpirabilidad. Muy importante las costuras, que deben estar protegidas para evitar posibles y molestas rozaduras.
  • Tratamiento hidrófugo. ¿A que no se te había ocurrido? No lo contemplan todas pero algunas sí y es un puntazo cuando vamos a realizar actividades en las que pisemos terreno mixto, tanto seco como húmedo porque así conseguiremos que la sandalia no atrape la humedad ni peso al atravesar un río y cualquier resto lo elimine fácilmente.
  • Tratamiento antibacteriano. Esto ya no es algo tan común pero sí que lo tienen algunas marcas de sandalias y para la gente que tiene una gran sudoración en el pie, es estupendo. Con estos tratamientos se impide la proliferación de microorganismos y así se evitará la generación del mal olor.
  • Un buen ajuste. Esto es primordial y la gran diferencia técnica que hará buena a una sandalia y no la convertirá en una mera chancla. Importante los ajustes de talón y antepié.
  • Por último, protección de los dedos, ya que los golpes serán habituales en este sentido. Una buena protección puede restar tener la máxima ventilación pero aquí tendrás que ser tú quién valore qué te compensa más.

Y ahora confiesa: ¿eres de los que alguna vez ha usado calcetines con sandalias? Te leemos!

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!
Usamos cookies, como todas las webs, para mejorar tu experiencia   
Privacidad
¿Hablamos?
1
¿Tienes alguna duda?¡Cuéntanos!
¡Hola! ¿Tienes alguna duda sobre nuestras rutas? Cuéntanos y te ayudamos 😉