Tanto si vas de ruta nocturna, a un refugio, haces alpinismo, montañismo, incluso para BTT o corriendo, vas a necesitar un frontal para montaña. Ahora bien, ¿te sirve cualquiera? No. ¿Depende de la disciplina que vayas a practicar? Sí.
Como ya te habrás imaginado, la iluminación en montaña, independientemente de la actividad que vayas a realizar, es fundamental. ¿Podrías usar una linterna? Sí, claro. Pero una de las ventajas principales del frontal es que liberarás las manos y podrás centrarte en la actividad que estés practicando. Y por otro lado, con un frontal, el haz de luz sigue nuestra mirada: allá dónde mires, siempre estará iluminado.

En el mercado podrás encontrar un sinfín de frontales diferentes pero para hacerte la vida un poquito más fácil, vamos a destacar lo que para nosotros serían las características principales en las que te deberías fijar:
- Potencia: la cantidad de luz que emite el frontal. La verás expresada en lúmenes (lm). Cuanto más sean los lúmenes, mayor portencia.
- Iluminancia o el nivel de iluminación: es el flujo luminoso que incide sobre una superficie y se mide en lux (lx).
¿Por qué es tan importante esto en un frontal para montaña? Fácil:
- En cuanto a potencia, poco más hay que añadir. Cuánto más potente sea el frontal, más luz y en consecuencia más lejos llegará.
- Con la iluminancia, lo que nos indica es la luz real que llega a cada objeto que se ilumina. No dependerá claro está, tan solo de la potencia sino también del ángulo. Si el ángulo es muy cerrado, a la misma distancia, más luz recibirá el objetivo. Sin embargo si el ángulo es muy abierto, recibirá menos lux y se verá menos iluminado. Fácilmente entendible ¿verdad?
Y ahora, teniendo en cuenta potencia y la iluminancia, nos queda un último factor importantísimo: la autonomía del frontal.
Lo “habitual” es que cuanto mayor sea la potencia, menos autonomía y duración de las baterías. Pero ahí entra en juego el poder jugar con la intensidad del frontal, dependiendo de la situación, nivel de luz y lugar en el que nos encontremos para evitar un desgaste innecesario de baterías.

Por eso encontrarás seguramente en el mercado dos tipos de frontal para montaña:
- Aquellos que tienen una luz estándar o que disminuye, esto es que según la batería se va gastando, su potencia también baja.
- Luz constante, aquellos en los que la potencia se mantiene durante toda la vida útil de la batería.
Y entonces: ¿cuál elegir? Como buenos gallegos te diremos que “depende”. Depende de las horas que vayas a necesitar de uso, de la actividad, de si tienes la opción de carga de las baterías, etc.
También hay que tener en cuenta que aunque hablemos de baterías que pueden cargarse fácilmente ya con un cable USB, también encontrarás la opción de aquellos que funcionan con pilas AA o AAA.
¿Cuáles de las dos opciones es mejor? Pues está claro que cambiar las pilas cuesta dinero y además, generas un mayor residuo con lo que como recomendación particular, nosotros te recomendaremos las baterías. Es cierto que las pilas, si llevas de repuesto, difícilmente te quedarás sin luz pero siendo precavido…no deberías tener este problema.
Como último punto, comentarte que también encontrarás frontales compactos o de cajetín de baterías externo. Aquí también dependerá un poco de gustos. Antiguamente la caja era externa pero desde la aparición de los LEDs, muchos frontales son compactos (batería y luz juntos).
Y ahora que ya conoces las características básicas de los frontales, cuéntanos: ¿tienes ya el tuyo o estás pensando en hacerte con él? Y de ser así, ¿en qué modelo estás pensando?
¡Te leemos en comentarios!