mochila de montaña

Cómo cuidar tu mochila de montaña

Todos sabemos cómo queda una mochila de montaña tras una ruta y más cuando es de varios días. Si queremos que nos dure bastante, toca cuidarla como es debido ya que se trata de uno de nuestros elementos imprescindibles para salir a la montaña.

Por muy fácil que sea la ruta, llana, corta y vayamos de forma relajada, sudamos. Y las sales del sudor es una de las cosas que más deteriora la mochila, especialmente en la parte de los hombros. Además, también están los restos de comida que se puedan filtrar, las cremalleras también pueden sufrir, etc.

mochila de montaña

Si estás pensando en meter tu mochila a la lavadora…stop! No es la mejor opción para los materiales y vamos a contarte cómo debes hacerlo. Toma nota:

  • Mochila totalmente vacía y cremalleras abiertas. Nunca te olvides de los bolsillos interiores. Dale la vuelta y sacúdela bien.
  • Pasaremos después a una limpieza superficial y para ello, hazte con una esponja húmeda, pero sin jabón, y repasa todo el interior aprovechando para eliminar los posibles restos que hayan podido quedar tras la sacudida.
  • Frota después la parte exterior, ahora sí, con un poco de jabón neutro. Acláralo con otra esponja diferente.
  • Al finalizar, cuelga la mochila boca abajo y espera a que seque al 100%.

En casos “extremos” en los que no quede más remedio que hacer uso de la lavadora, primero tendrás que revisar que tu mochila lo admita y eso te lo indicará en su etiqueta porque no todas son aptas para lavar a máquina.

Lo primero será comprobar que nuestra mochila no tiene varillas metálicas en el interior. Si las tiene, hay que quitarlas.

Es mejor que introduzcas la mochila dentro de una bolsa de lavado y evitarás así posibles enganches con las cinchas.

mochila de montaña

Usa siempre detergente neutro. Nada de olores, perfumes ni suavizantes. Escoge lavado en agua fría y sin centrifugado y en la medida de lo posible, que el ciclo de la lavadora no supere la media hora.

Finalizado el lavado, el secado siempre boca abajo y preferiblemente al aire libre ya que usar la secadora, puede dañar los tejidos de la mochila.

Si tu mochila no permite sacar las varillas o no entra en la lavadora, también podrás hacer esta limpieza profunda a mano. Simplemente usa un barreño grande con agua tibia y lo mismo, jabón neutro y un cepillo suave o trapo para las zonas más sucias. Con un cepillo de dientes por ejemplo puedes limpiar las zonas de difícil acceso o cremalleras.

¿Ves qué fácil? Así no solo alargarás la vida de tu mochila, sino que agradecerás tenerla limpia en cada salida.

[CONSEJO] ¡Ah! Si admites un truco por nuestra parte y quieres que tu mochila esté limpia más tiempo, haz uso de un cubre mochilas para protegerla y usa bolsas estancas para la comida y accesorios de baño o limpieza.

Gracias por leer.

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